En las clases de infantil, hay una palabra mágica que tiene el poder de hacer que todos los niños se pongan sus orejas de elefante para escuchar muy bien, sus ojos de búho para ver hasta el más pequeño detalle y sus boquitas de ratón, chiquititas, para hablar sólo por la emoción del momento.
Esa palabra mágica es capaz de hacer que todos nuestros alumnos estén atentos y en la clase sólo se escuchen sus respiraciones, a la expectativa de lo que les espera a continuación.
La palabra a la que me refiero es: "CUENTO"; y da igual las otras palabras con las que vaya acompañada, porque siempre implica un momento en el que comienza a volar nuestra imaginación, un momento de diversión y entretenimiento, el mejor momento del día.
Así con frases como "vamos a ver un cuento", "es la hora del cuento"... se da pie al comienzo de la aventura y aunque muchas veces va acompañado de una actividad relacionada posterior, otras en cambio, implica el mero disfrute de sumergirse en la historia y disfrutar de ella sin más.
Hace unos días, en clase, estuvimos viendo el cuento: ¿Quieres ser mi amigo? de Eric Carle, Editorial Kókinos.
En el cuento, el protagonista es un ratoncito que sale de su madriguera en busca de un amigo. Por el camino se encuentra con distintas colas de animales desconocidas para él, y cuando descubre al animal a quiénes pertenecen; les realiza siempre la misma pregunta: "¿quieres ser mi amigo?".
Nos encantó este cuento y os abrimos una ventana a nuestra clase para que podáis disfrutar con nosotros de su relato, porque ¿A quién no le gusta un cuento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este es un blog educativo. No lo olvides. Gracias por tu comentario.